Calderón de la Barca y su obra; Un teatro de ideas; Los autos sacramentales - El gran teatro del mundo; Las comedias; Los dramas; Un estilo solemne
Pedro
Calderón de la Barca (
universidades
de Alcalá y de
es pronto solicitado en el palacio real y escribe El mayor encanto, amor (1635) para la
inauguración
participa
en varias campañas militares:
sacerdote
(1651) y es nombrado capellán de Reyes Nuevos de Toledo y capellán
Su larga vida coincide con el desarrollo del Barroco en España hasta tal punto, que la fe 111j99b cha de su
muerte suele considerarse que marca el fin de ese período literario y, al mismo tiempo, del Siglo
de Oro.
Su obra consta de 120 comedias, entre las que destacan El alcalde de Zalamea, El médico
de su honra, La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar y La vida es sueño,
ochenta autos sacramentales, entremeses, zarzuelas, loas y obras menores y se sigue clasificando
según diversos criterios.
Por su temática, sus piezas de teatro se distribuyen en comedias religiosas, históricolegendarias,
de enredo, de honor, filosóficas, mitológicas y autos sacramentales. Publica en vida
cinco tomos de Comedias (1636-1639) y un volumen de doce autos sacramentales (1677).
El honor es tema central de muchas de sus comedias, entre las que cabe citar El alcalde
de
Zalamea y El mayor monstruo, los celos, así
honra y A secreto agravio, secreta venganza.
Entre las comedias de enredo, las más logradas son, sin lugar a dudas, La dama duende y
El encanto sin encanto.
También
privilegia los asuntos religiosos y bíblicos,
La
devoción de la cruz. Son notables sus autos sacramentales,
También son obras maestras sus comedias filosóficas, en especial La vida es sueño y El gran
teatro
Un teatro de ideas. Calderón dedica su vida al estudio de los grandes problemas
filosóficos y teológicos que preocupan en su época. Esos mismos principios quedan plasmados en
su teatro. Destaca, por otra parte, por haber incorporado al teatro los recursos más característicos
lenguaje con todos los artificios barrocos.
Su producción se inicia pocos años después renovar Lope de Vega el teatro. Desde
luego, a diferencia de Lope, Calderón escribe sólo teatro, pero uno radicalmente opuesto al de
Lope. Asimila las innovaciones de ése y las lleva a su obra de forma sistemática: es uno de ideas,
que refleja el espíritu del Barroco. El honor, la virtud, las falsas apariencias y el libre albedrío son
las ideas predominantes en su obra.
Calderón,
con quien el auto sacramental alcanza su mayor perfección, crea un
modelo
mismo
en el que
de ideas abstractas (la Virtud, la Fe, el Pecado, la Vanidad, la Muerte, la Iglesia, la Culpa, etc.) y
los asuntos son variados, de temas bíblicos a hechos contemporáneos al autor. Los más
importantes
son El gran teatro
El
gran teatro
es el mundo, a Dios Le corresponde repartir los papeles y a los humanos representarlos bien. El
rey, el labrador, el rico, el pobre sólo serán juzgados por la forma en que libremente hayan
desempeñado
su papel. La tesis de la obra supone, pues, la afirmación de la libertad
humana,
libre albedrío, frente a la doctrina protestante de la predestinación. Así lo afirma en la obra el
Autor:
En cuanto a las comedias, Calderón escribe numerosas obras de enredo, al estilo de Lope
de Vega, dirigidas al nutridoo público que acudía a los corrales de comedias. Cuando empieza a
escribir comedias, se ve no obstante obligado a moverse en el mar de la creación lopesca. Pero
Lope y sus continuadores habían agotado los temas. Por tanto, el problema de la originalidad no
le debe de preocupar mucho al joven Calderón, que se inspira en las más diversas fuentes
nacionales o extranjeras: crónicas, comedias de autores consagrados, novelas italianas (Bandello),
etc.
Sin que su creación sea tan extensa
grande, lo que ha dado lugar a que sus piezas sean clasificadas en:
1. Obras de capa y espada, en las que se pueden notar dos grupos:
a.
comedias de costumbres, cuya acción transcurre en
hay
cosa
b. comedias cortesanas, en las que la acción tiene lugar fuera de España, en: Países
Bajos, Francia, Italia, Viena, etc. (Lances de amor y fortuna, La señora y la criada, Amigo,
amante y leal).
2. Obras ejemplares, que desarrollan episodios de los que se pueden extraer consecuencias
morales (Amor, honor y poder; Mujer, llora y vencerás).
3. Obras novelescas, cuyo argumento arraiga en la fantasía caballeresca, inspiradas en los
libros de aventuras y en los grandes poemas épico-irónicos del Renacimiento italiano, los de
Todas esas comedias contemplan entretener al espectador con un continuo suceder de
acciones que desembocan en un final feliz. Entre ellas, destacan La dama duende y Casa con dos
puertas, mala es de guardar, con las que Calderón alcanza la plenitud de su estilo. Ellas recogen
preferentemente costumbres de lo que podría llamarse la clase media. Sus protagonistas son
nobles,
pero no muy elevados.
mujeres
embozadas, el equívoco
madre.
Más representativos de la dramaturgia de Calderón son sus dramas, de un valor poético
nunca alcanzado por Lope de Vega. En ellos se recogen las preocupaciones de la época barroca:
la fugacidad de la vida, la muerte, el más allá, el honor, la inconsistencia de los bienes materiales,
etc.
Entre ellos destacan El alcalde de Zalamea, sobre el tema
El
alcalde de Zalamea es un "drama trágico" (precedido por otro,
escribió Lope de Vega), de inmensa popularidad, con el cual alcanza Calderón la cumbre de su
obra dramática, al lado de La vida es sueño.
Camino de Portugal, estando unos militares españoles de paso por Zalamea, el capitán
don
Álvaro de Ataide fuerza a una doncella, Isabel, hija
luego en el campo. Pedro hace prender al burlador y le ruega primero que repare la ofensa; pero,
al negarse aquél, lo hace ajusticiar. Don Lope de Figueroa, jefe de las tropas, protesta airado por
lo
que juzga ser una violación
reino vecino, se presenta en el pueblo y aprueba lo hecho por Pedro Crespo.
En la obra, lo específicamente calderoniano no reside en la creación de caracteres, sino
en la fórmula típica. Los caracteres del alcalde Pedro Crespo y de su hija Isabel tienen una gran
fuerza dramática, y la estructura y forma poética de la obra tienden a la perfección. Pedro Crespo
es un hombre concreto, cuyas acciones y palabras son intransferibles, y para muchos su realidad
humana es superior a la simbólica universalidad de Segismundo (La vida es sueño). Escena a
escena, la natural humanidad del alcalde, sabiamente elaborada, va ganando en simpatía,
dignidad, humor y también dolor. Por ello, la obra es un verdadero drama.
La vida es sueño, la obra más conocida de Calderón, es un drama filosófico y poéticosimbólico,
que plantea los temas de las falsas apariencias y del libre albedrío, de excepcional
audacia filosófica y política. La obra supone el triunfo de la libertad del individuo que, pese a lo
engañoso de la realidad, es capaz de gobernar sus acciones por medio de la razón.
Segismundo, príncipe de Polonia, se halla desde niño encerrado en un castillo, con la
única compañía de su ayo, debido a que, en el momento de su nacimiento, un oráculo había
vaticinado
que humillaría a su padre, el Rey Basilio, y arruinaría el país.
ordena encarcelar a su hijo en un lugar apartado, donde ése, ignorante de su procedencia, vive
casi
ordena que le suministren un narcótico y le lleven al suntuoso palacio. El príncipe despierta de su
letargo y, ante lo imprevisto de la situación, reacciona con la vaticinada violencia y crueldad, por
lo
que es devuelto a su prisión. El pueblo, conocedor
Segismundo,
por considerarle el heredero legítimo
vence; pero esa vez, aprendiendo de la experiencia pasada, se comporta justa y generosamente
con él.
Cabe
mencionar que los personajes mejor realizados
Segismundo, no se vierten al exterior, no se realizan en gestos románticos. Todo lo contrario, se
definen, mirando al interior de sí mismos, anhelando desesperadamente a conocerse a sí mismos,
y precisamente en ello arraiga toda su fuerza dramática. Según confiesa Segismundo:
"Puesto que vencer aguarda
mi valor grandes victorias
hoy ha de ser la más alta
vencerme a mí".
Un
estilo solemne - un teatro de símbolos. Calderón incorpora a su teatro los
recursos
Barroco en sus dos vertientes conceptista y culterana. En su obra más genuina, los dramas
filosóficos
y los autos sacramentales, utiliza un lenguaje grave y solemne
densidad de los problemas que plantea. Su teatro, barroco por excelencia, es uno de símbolos (El
mágico
prodigioso, La hija
mundo), pero en Calderón culminan, desde luego, también el concepto de la honra y el
sentimiento
de la dignidad y
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