Lope de Vega y su época; El poeta lírico; La poesía épica; La narrativa: La Dorotea; El estilo
Quizás
sea Lope de Vega - "Fénix de los Ingenios",
uno
de los casos más extraordinarios de la historia literaria tanto por su
fe 737h77h cundidad
calidad, en los más variados géneros. Recoge múltiples tradiciones anteriores y siembra semillas
híbridas que producen frutos nuevos, especialmente en la lírica y el teatro. También lo es por su
agitada
vida amorosa, que estimula gran parte de su obra, y ello -
hacer versos todo es uno".
El
perfil biográfico de Lope de Vega (
inglés William Shakespeare (1546-1616), resulta de sumo interés para el conocimiento de su
obra, pues la conexión entre vida y creación literaria es más marcada en él que en otros escritores.
Procede de una familia humilde y su vida es sumamente agitada y llena de lances
amorosos.
Estudia con los jesuitas de
(1576), aunque no consigue el grado de bachiller. Debido a la composición de unos libelos
difamatorios contra la comedianta Elena Osorio (Filis) y su familia, por desengaños amorosos, es
desterrado de la corte (1588-1595). No es ése el único proceso en el que se ve envuelto: en 1596,
después
de ser indultado en 1595
Trillo.
Se enrola al menos en dos expediciones militares: una para la conquista de la
isla
en
las
secretario
de varios personajes importantes,
partir
de 1605 está al servicio
Se casa dos veces: con Isabel de Urbina (Belisa), con la que contrae matrimonio por
poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid; y con Juana de Guardo, en 1598.
Aparte de esos dos matrimonios, su vida amorosa es muy intensa, ya que mantiene relaciones con
numerosas mujeres, incluso después de ordenarse sacerdote.
Su obra y su vida presentan una gran trabazón, y ambas son de una exuberancia fuera de
lo
común. Pues escribe
cultiva todos los géneros literarios.
La época. Lope vive en un momento literario muy favorable. La lengua poética está
enriquecida con las aportaciones de Fernando de Herrera, que abren el camino a la compleja
poesía
gongorina; el romance presenta numerosas posibilidades de difundir temas
nuevos,
los pastoriles y moriscos; la épica es el género más apreciado; en narrativa hay una amplia gama
de
modelos,
el teatro comienza a adquirir una función social inusitada, gracias a la aparición de los corrales de
comedias.
Lope aborda la práctica totalidad de los géneros literarios de su tiempo. Desde la épica,
que tanto admira, hasta el género epistolar. En todos es realmente excepcional y, además,
prodigioso, de manera especial en el dramático.
El poeta lírico. Es Lope, desde muy joven, famosísimo poeta. Su lírica hace uso de todas
las formas posibles; le atraen por igual la lírica popular y la culterana de Góngora, aunque, en
general, defiende el "verso claro". Por un lado están los poemas extensos y unitarios, de tono
narrativo
y asunto a menudo épico o mitológico,
hermosura de Angélica (1602), inspirado en el Orlando de Ariosto; Jerusalén conquistada (1609),
basada en Tasso; La Andrómeda (1621); La Circe (1624). De temática religiosa son El Isidro
(1599) y los Soliloquios amorosos (1626). La Gatomaquia (1634) es una parodia épica.
En cuanto a los poemas breves, su lírica (numerosos poemas, en su mayoría sonetos
amorosos,
sacros o burlescos)
Rimas (1602), Rimas sacras (1614), Romancero espiritual (1619), Triunfos divinos con otras
rimas
sacras (1625), Rimas humanas y divinas
Vega del Parnaso (1637).
Su altísima calidad poética hace posible que su teatro, escrito en variedad de estrofas,
alcance cimas líricas poco frecuentes. En sus comedias, junto a pasajes muy cultos, se hallan
numerosos poemas imitando al Romacero viejo. Esa atracción por los géneros populares se
manifiesta sobre todo en el uso muy frecuente de cancioncillas tradicionales. A veces es
imposible
determinar si ésas son textos tradicionales o recreaciones
Los romances, en general autobiográficos, circularon cantados o en antologías poéticas.
Con
Góngora, Lope eleva la categoría literaria
endecasílabo.
La poesía épica. El género más apreciado desde la Antigüedad era la épica. Los escolares
se formaban leyendo a los poetas épicos Homero y Virgilio, que se comentaba e imitaba en clase.
A partir del Renacimiento, numerosos poetas quieren componer poemas épicos que puedan
alcanzar la fama de sus modelos clásicos, pero con poca fortuna, en general. Sin embargo, en el s.
XVI, dos poemas italianos, el Orlando furioso, de Ludovico Ariosto (que Don Quijote se sabía de
memoria), y la Jerusalén libertada, de Torcuato Tasso, se convierten en modélicos.
Lope, que quiere pasar a la fama por ese prestigioso género, compone numerosos poemas
a lo largo de su vida sobre todo tipo de asuntos, desde la imitación de Ariosto hasta la parodia.
Los más importantes son La hermosura de Angélica (continuación del Orlando furioso, cuya
acción
transcurre en España), La Dragontea (narración de la derrota
Drake en Panamá) y El Isidro.
Ése último relata la vida del santo patrono de Madrid, en quintillas, como convenía a la
condición social del protagonista, el labrador San Isidro. Pero en el prólogo de la obra, como en
otras ocasiones, el escritor hace la defensa del octosílabo como metro nacional, que puede
acomodarse a todos los estilos.
El Jerusalén conquistada es una imitación de Tasso, en la que Lope pone todo su empeño
para ser reconocido como el gran poeta heroico de la época.
La Gatomaquia parodia el género y, de paso, la vida y las costumbres de la Corte. Relata
el
enfrentamiento de
Zapaquilda.
La narrativa lopesca. En el s. XVI aparecen o se aclimatan diversos géneros narrativos.
Lope
desecha tanto los libros de caballerías, que sustituye por los poemas épicos,
picaresca, que, no obstante, deja numerosas huellas en su teatro. En cambio, se siente atraído por
otros géneros narrativos, de los que son muestra La Arcadia, El peregrino en su patria, Pastores
de Belén y las Novelas a Marcia Leonarda.
La primera novela que escribe, La Arcadia (1598), es una obra pastoril en prosa y verso
en la que incluye numerosos poemas. La novela refiere los amores de la Corte del duque de Alba,
de quien Lope es en la época secretario. Tiene un éxito extraordinario - cerca de 20 ediciones -
debido en principal a la variedad de temas que se introducen, además de los líricos y pastoriles:
juegos de sociedad, enigmas, discusiones sobre el amor y la poética, las artes liberales, etc. Y
también debido a la inmensa erudición que despliega su autor, de la que se burlaría Cervantes en
el Quijote.
Pastores
de Belén (1612) es otra novela pastoril sobre el tema mismo
insertan en ella, "a lo divino" varios villancicos y autos sacramentales.
Entre esas dos novelas aparece la bizantina y de aventuras El peregrino en su patria
(1604),
que incluye cuatro autos sacramentales. Relatando el pelegrinaje
por
España, la obra comienza,
para suscitar el interés del lector.
Ya anciano, Lope compone una de sus más extraordinarias obras: La Dorotea, escrita en
prosa y en cinco actos para ser leída, como La Celestina, en la que se inspira. Haciendo fusionar
de modo magnífico vida y literatura, Lope rememora aquí sus amores juveniles con Elena Osorio,
bajo los seudónimos de Fernando y Dorotea.
El estilo. Lope defiende siempre una lengua literaria que se ajuste a los temas y géneros,
según sean pasajes épicos, líricos o dramáticos; eso es, una lengua conforme a la teoría de los
estilos (sublime, medio o bajo), aunque en el teatro, según los personajes y la situación, se
utilizan todos.
En sus polémicas con los culteranos (Góngora decía de él que era "con razón Vega por lo
siempre llano"), ataca desde una estética más renacentista la oscuridad motivada por la
acumulación de metáforas, cultismos y construcciones latinizantes. La claridad que defiende
Lope
es, sin embargo, de raíces cultas tanto en la lengua
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