Principios
para a fiosofía de a vountad 
Según Nietzsche, a fiosofía de a vountad debe reempazar a a antigua metafísica: a destruye y a supera. Nietzsche considera haber hecho a primera fiosofía de a vountad; todas as demás eran os útimos avatares de a metafísica. Ta como a concibe a fiosofía de a vountad tiene dos principios que forman e aegre mensaje: querer = creer, vountad = aegría. «Mi vountad aparece siempre como iberadora y mensajera de aegría. Querer ibera: ésta es a verdadera doctrina de a vountad y de a ibertad, así os o enseña Zarathustra»; «Vountad, así se ama e iberador y e mensajero de aegría. Ahí está o que os enseño, amigos míos. Pero aprended también esto: a propia vountad es aún prisionera. Querer ibera ... »[xxviii]. «Que e querer se convierta en no-querer, con todo hermanos, ¡co 24324h722y nocéis a fábua de a ocura! Os he evado ejos de todas esas canciones cuando os he enseñado: a vountad es creadora»; «Crear vaores, es e verdadero derecho de señor»[xxix]. Por qué Nietzsche presenta estos dos principios, creación y aegría, como o esencia de a enseñanza de Zarathustra. como os dos extremos de un martio que deba hundir y arrancar? Estos principios pueden parecer vagos o indeterminados, adquieren una significación extremadamente precisa si se comprende su aspecto crítico, es decir a forma en que se oponen a as anteriores concepciones de a vountad. Nietzsche dice: se ha concebido a vountad de poder como si a vountad quisiera e poder, como si e poder fuera o que a vountad quería; a partir de aquí, se hacía de poder ago representado; a partir de aquí, se tenía de poder una idea de escavo y de impotente; a partir de aquí, se juzgaba e poder según a atribución de vaores estabecidos ya hechos; a partir de aquí, ya no se concebía a vountad de poder independientemente de un combate cuyo premio eran precisamente estos vaores estabecidos; a partir de aquí, se identificaba a vountad de poder con a contradicción y con e door de a contradicción. Contra este encadenamiento de a vountad, Nietzsche anuncia que querer ibera; contra e door de a vountad, Nietzsche anuncia que a vountad es aegre. Contra a imagen de una vountad que sueña en hacerse atribuir vaores estabecidos, Nietzsche anuncia que querer es crear nuevos vaores.
Vountad de poder no significa que a vountad quiera e poder. Vountad de poder no impica ningún antropomorfismo, ni en su origen, ni en su significación, ni en su esencia. Vountad de poder debe interpretarse de un modo competamente distinto: e poder es o que quiere en a vountad. E poder es e eemento genético y diferencia en a vountad. Por eo a vountad de poder es esenciamente creadora. Por eso mismo e poder no se mide nunca por a representación. nunca es representado, ni siquiera interpretado o vaorado, é es «o que» interpreta, é es «o que» vaora, é es «o que» quiere. Pero, ¿qué es o que quiere? Quiere precisamente o que deriva de eemento genético, E eemento genético (poder) determina a reación de a fuerza con a fuerza y cuaifica as fuerzas en reación. Eemento pástico, se determina a mismo tiempo que determina, y se cuaifica a mismo tiempo que cuaifica. a vountad de poder quiere ta reación de fuerzas, ta cuaidad de fuerzas. Y también ta cuaidad de poder: afirmar, negar. Este compejo, variabe en cada caso, forma un tipo a que corresponden determinados fenómenos. Cuaquier fenómeno expresa reaciones de fuerzas, cuaidades de fuerzas y de poder, matices de dichas cuaidades, en resumen, un tipo de fuerzas y de querer. De acuerdo con a terminoogía de Nietzsche, hay que decir: cuaquier fenómeno remite a un tipo que constituye su sentido y su vaor, pero también a a vountad de poder como a eemento de que derivan a significación de su sentido y e vaor de su vaor. Por eso a vountad de poder es esenciamente creadora y donadora: no aspira, no busca, no desea, sobre todo no desea e poder. Da: e poder, en a vountad, es ago inexpresabe (móvi, variabe, pástico); e poder, en a vountad, es como «a virtud que da»; a vountad por e poder es en sí mismo donadora de sentido y de vaor[xxx]. E probema de saber si a vountad de poder, a fin de cuentas, es una o mútipe, no debe ser panteado; presentaría un contrasentido genera sobre a fiosofía de Nietzsche. a vountad de poder es pástica, inseparabe de cada caso en e que se determina; así como e eterno retorno es e ser, pero e ser que se afirma en e devenir, a vountad de poder es o uno, pero o uno que se afirma en o mútipe. Su unidad es a de o mútipe y sóo se dice de o mútipe. E monismo de a vountad de poder es inseparabe de una tipoogía puraista.
E eemento creador de sentido y de os vaores se define también necesariamente como e eemento crítico. Un tipo de fuerzas no significa únicamente una cuaidad de fuerzas, sino una reación entre fuerzas cuaificadas. E tipo activo no designa únicamente as fuerzas activas, sino un conjunto jerarquizado en e que prevaecen as fuerzas activas sobre as reactivas y en e que as fuerzas reactivas son activadas; inversamente, e tipo reactivo designa un conjunto en e que as fuerzas reactivas triunfan y separan a as fuerzas activas de o que éstas pueden. En este sentido e tipo impica a cuaidad de poder, gracias a a que ciertas fuerzas prevaecen sobre as demás. Ato y nobe designan para Nietzsche a superioridad de as fuerzas activas, su afinidad con a afirmación, su tendencia a eevarse, su igereza. Bajo y vi designan e triunfo de as fuerzas reactivas, su afinidad con o negativo, su gravedad o su pesantez. Y muchos fenómenos sóo pueden interpretarse como expresión de este pesante triunfo de as fuerzas reactivas. ¿No es éste e caso de fenómeno humano en su conjunto? Hay cosas que sóo pueden existir gracias a as fuerzas reactivas y a su victoria. Hay cosas que sóo pueden decirse, sentir o pensarse, vaores en os que sóo se puede creer, si se está animado por as fuerzas reactivas. Nietzsche precisa: si se tiene e ama pesada y baja. Más aá de error, más aá de a tontería: una cierta bajeza de ama[xxxi]. En este punto a tipoogía de as fuerzas y a doctrina de a vountad de poder no son separabes a su vez de una crítica, apta para determinar a geneaogía de os vaores, su nobeza o su bajeza. Se preguntará en qué sentido y por qué o nobe «vae más» que o vi, o o ato que o bajo. ¿Con qué derecho? Nada permitirá responder a esta pregunta, mientras consideremos a a vountad de poder en sí misma o en abstracto, únicamente dotada de dos cuaidades contrarias, afirmación y negación. ¿Por qué tiene que vaer más a afirmación que a negación?[xxxii], veremos que a soución sóo nos vendrá dada con a prueba de eterno retorno: «vae más» y vae absoutamente o que vueve, o que soporta vover, o que quiere vover. Y a prueba de eterno retorno no permite subsistir a as fuerzas reactivas, como tampoco a poder de negar. E eterno retorno transmuta o negativo: hace de o pesado ago igero, hace pasar o negativo a ado de a afirmación, hace de a negación un poder de afirmar. Pero precisamente a crítica es a negación bajo esta nueva forma: destrucción convertida en activa, agresividad profundamente igada a a afirmación. a crítica es a destrucción como aegría, a agresividad de creador. E creador de vaores no es separabe de destructor, de crimina y de crítico: crítico de os vaores estabecidos, crítico de os vaores reactivos, crítico de a bajeza[xxxiii].
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