Renacimiento, humanismo y erasmismo
El Renacimiento comienza siendo una época llena de optimismo y confianza, que cree en
la bondad
desengañada u pesimista
a. El primer Renacimiento, humanista-erasmista. Ese primer período coincide con el reinado
de Carlos I, y cubre también la primera mitad
cosmopolita, asimila la influencia del Renacimiento italiano. Es una época de expansión
territorial y de apertura hacia las nuevas
literatura de carácter profano, mientras que la nueva
concepción
arte un tono sereno y un optimismo confiado.
De Italia vienen (ya desde el s. XV) un nuevo estilo de la poesía, una nueva concepción
estética, todo el platonicismo y el neoplatonicismo renacentista y el tipo humano representativo:
el cortesano renacentista al que el caballero medieval le
cede
letras, soldado valeroso y finísimo huésped de de salones, hijo de la aristocracia de la corte,
maestro de la cortesía, el cortesano tiene su propio código,
tal
cuando traduce al castellano Il Cortegiano del italiano Baltasar de Castiglione, literato que hizo
las veces de embajador ante Carlos I.
De Rotterdam viene el espíritu de la libertad de pensar y de conocer. La obra de Erasmo
es entusiásticamente acogida y apasionadamente estudiada en España. Entre los erasmistas
recordamos a Alfonso de Valdés y Luis Vives. También la alegría satírica del Lazarillo es
erasimista, lo mismo que la tolerancia y la reflexividad de Cervantes.
Bajo
el influjo
la literatura española. El Renacimiento italiano les hace llegar a Teócrito, Virgilio y Horacio a los
versos de Boscán y Garcilaso, al teatro de Gil Vicente y de
Juan
pastoril.
La literatura de la época refleja en gran medida el mundo clásico y el Renacimiento
italiano, sin olvidar los temas propios. Y lo hace por influencia de la antigüedad grecolatina: se
trata los temas de la naturaleza, concebida
especial los relacionados con el amor. Uno de los temas más tratados es el amor idealizado, a la
manera
de una naturaleza idealizada:
El más alto representante de la época es Garcilaso, poeta que, de acuerdo con el ideal
renacentista, sabe aunar en su persona el cultivo de las letras y el de las armas. Entre las obras
más notables e intersantes destaca La Araucana de Ercilla. En fin, el sentimiento religioso, el
amor en su vertiente divina, inspira a muchos autores, sobre
todo en la segunda mitad
durante el reinado de Felipe II. La épica religiosa, novelesca y burlesca se desarrolla sobre todo
hacia el fin de ese período.
La lengua literaria tiende a lograr la belleza formal mediante un lenguaje poco artificioso.
El gusto por la naturalidad, propio del Renacimiento, se manifiesta, p.e., en el Lazarillo de
Tormes o en las obras de Santa Teresa.
b. El segundo Renacimiento, nacional-prebarroco. Ese segundo período coincide con el
reinado de Felipe II, durante el cual España se cierra al exterior: se notan crecientes dificultades
económicas y sociales y la cerrazón a todo lo europeo. El estado se convierte en el gran impulsor
de la unidad de fe alrededor
siendo el Estatuto de limpieza de sangre. Es un período de regresión y de censura para evitar el
contagio
segundo baluarte
científica.
Se
crean y desarrollan géneros autóctonos de gran valor,
novela picaresca. Es una época de asimilación nacional de los influjos culturales y de las
modalidades renacentistas asimiladas en el s. XV y comienzos del XVI.
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